“Disparos”, el poder de la fotografía contra la violencia

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El fotógrafo Jair Cabrera es el personaje central del documental “Disparos”, realizado por Muzungu Producciones.

Cuando el fotoperiodista Jair Cabrera tenía 17 años no sabía qué rumbo daría su vida. Vivía en una colonia marginal de la Ciudad de México y el panorama no era alentador. Buscó cómo salir del entorno y encontró el único taller de fotografía en su barrio. Así llegó a El Faro de Oriente, en Iztapalapa, uno de los sitios más estigmatizados de la capital mexicana. Y así conoció a Jesús Villaseca, un fotógrafo de bigote y larga cabellera que lo recibió a él y a sus compañeros con una frase: “Sé que la fotografía les cambiará la vida”.

Y la vida le cambió, cuenta Jair Cabrera, ahora de 31 años, fotógrafo especializado en hechos policiales que ha trabajado en los diarios La Jornada, El Universal y en agencias internacionales.

Cabrera es el protagonista de “Disparos”, un documental de Muzungu Producciones, dirigido por Rodrigo Hernández Tejero y Elpida Nikou. Hasta ahora solo ha sido proyectado en festivales de cine durante los años 2018 y 2019, pero en los días del 6 al 12 de septiembre próximos llegará a las pantallas de Cinépolis, Cinemex, cinetecas y filmotecas del país: es el único documental programado que aborda el tema de violencia en México.

La cinta muestra lo que el arte y la fotografía pueden hacer en lugares con altas tasas de criminalidad, falta de empleo y deficiencias en educación. Justo estos son algunos de los problemas que enfrentan los habitantes de Iztapalapa, el lugar de origen de Cabrera. Muchos jóvenes abandonan los estudios y ante la dificultad para conseguir trabajo se ven dirigidos a una opción más fácil pero mucho más peligrosa: las pequeñas bandas delictivas.

“Hagamos miles de disparos, pero con la cámara no con armas”: JESúS Villaseca, fotoperiodista.

Mientras muchos de sus amigos empezaron a delinquir, Jair llegó al único centro cultural de su barrio, al Faro de Oriente, y comenzó a asistir con regularidad al taller de Villaseca, un fotoperiodista que ha sido galardonado dos veces con el Premio Nacional de Periodismo. Villaseca, como la mayoría de sus alumnos, se crió también en Iztapalapa y ha sufrido la misma violencia que los chicos ahí experimentan a diario.

“Disparos” se exhibirá del 6 al 12 de septiembre en pantallas de cines comerciales del país como parte de la Fiesta del Cine Mexicano. Podrán verla en Cinépolis, Cinemex, cinetecas y filmotecas. Es el único documental programado que aborda el tema de la violencia en México.

Jair ha retratado su barrio y la vida de sus amigos, ha disparado su cámara para contar lo que pasa en su entorno, cada vez más violento. En los últimos doce años los homicidios en el país sobrepasan los 300 mil. Y esa misma violencia Cabrera la ha experimentado como periodista: en una cobertura en Guerrero, hace dos años, él y otro periodistas quedaron atrapados en manos de un grupo armado que cambió nuevamente su vida y su perspectiva de lo que ocurre en el país.

Cortesía Muzungu Producciones.
—¿Cómo nació el documental?—, le preguntamos a Jair Cabrera.

Rodrigo y Elpida vienen a México con la idea de hacer un reportaje sobre cómo la fotografía ayuda a salir de los círculos violentos a los jóvenes. Era un reportaje corto, pero continúan viniendo a Iztapalapa para trabajar en un reportaje más largo. Con el tiempo, eso sí desconozco, deciden ponerme a mí como personaje principal junto con Jesús Villaseca, el profesor de El Faro de Oriente.

Empezaron a grabar duro y tardaron como cuatro años y medio. Cuando ellos empezaron el documental yo trabajaba en El Universal y es cuando desaparecieron a los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Ahí hay alguna escena en el documental donde llego con mis papás, no teníamos planeado que fuera así, pero se ponen a llorar por verme sano y salvo. Es el sentimiento de una familia que cree que puede perder a un hijo.

—¿Y cómo fue pasar de retratar a ser el protagonista? 

Yo la verdad era un poco incómodo, no estamos muy acostumbrados a ver que saquen algo tan íntimo de ti. Pero me di cuenta de que no era retratar solo mi vida sino la situación de un país. A mí me tocaba representarnos, yo representaba el taller de fotografía. Tomé el papel, por algo me tocó a mí. Ahora estoy contento porque creo que no les fallé.

—¿Cuál es la idea central de documental? 

El mensaje es que a través de la cultura y el arte podemos combatir la violencia que hay en este país. Y que hay que regresar al lugar de donde somos y aportar los conocimientos.

—¿Para ti qué ha sido la fotografía?

Yo soy fotógrafo desde hace 12 años. Tenía 17 años cuando llegué al taller de periodista Jesús Villaseca Chávez. Yo aprendí con él. Estaba en una etapa poco complicada y cuando llegué con Jesús no sabía nada de fotografía. Lo tomé porque solo quería hacer algo. El ambiente en mi barrio era un poco complicado y Jesús también es de Iztapalapa.

Es un tipo que tiene la trenza muy larga y un bigote muy largo, su manera de hablarnos era comunicándonos el lenguaje de la calle, era un guía mas que un profesor. Es un fotógrafo con dos premios nacionales de periodismo.

La primera frase que nos dijo cuando llegamos a su clase fue “Si ustedes no son fotógrafos sé que la fotografía les cambiará la vida”. Y creo que a muchos nos la cambió.

Jesús Villaseca es el fotoperiodista que imparte talleres en El Faro de Oriente, donde el protagonista de “Disparos” aprendió a usar la cámara. Cortesía Muzungu Producciones.

“Son algunos de mis hijos adoptivos”: Jesús Villaseca

El fotoperiodista Jesús Villaseca cuenta que fueron 16 años como tallerista en El Faro de Oriente, hasta hace tres meses. Ahora trabaja en un proyecto para montar la primera escuela de cine documental y fotografía, gratuita, con la alcaldía de Iztapalapa. Un sueño. Si tenía 50 alumnos cada trimestre en El Faro, ahora podrían ser unos 1000 alumnos cada trimestre en esta nueva escuela.

“Ha sido un duelo”, dice Villaseca en entrevista, “porque El Faro marcó mi vida”.

En todos esos años lleva la cuenta de al menos 60 periodistas que salieron de su taller, algunos son fotográficos de medios internacionales, otros de medios nacionales. La historia de Jair Cabrera, dice, es una de las mejores, pero hay otras también que muestran cómo desde el arte se puede cambiar la vida.

Uno de estos casos era el de un chico de 10 años que se quedó sin sus padres porque su mamá fue asesinada y su papá fue encarcelado: forcejeó con un cuchillo con el papá del homicida de su esposa y lo mató. Después de una semana sin salir de su cuarto, Villaseca lo convenció para salir con él e ir al taller. Ahora el joven tiene 25 años y se dedica al periodismo, a la escritura de reportajes.

Otra historia más de resiliencia es la de un chico al que los médicos pronosticaban una vida en un siquiátrico. Ahora, dice Villaseca, no consume drogas, no está medicado, y es un fotógrafo excepcional. Carlos Navarrete es el nombre de su exalumno. Cubrió la caravana de madres en busca de sus hijos desde Guatemala a México y es un estudiante de Antropología.

“Son algunos de mis hijos adoptivos”, dice cariñosamente Villaseca.

En los talleres algo importante ha sido generarles a sus alumnos el sentido de pertenencia a una comunidad, a no rechazarla, a afianzar su identidad a pesar de la estigmatización por ser de barrios como Iztapalapa o Ciudad Neza. “Trabajamos como un eje rector la identidad, la autogestión y la libertad”.

 

Póster del documental “Disparos”. Cortesía Muzungu Producciones.

DISPAROS, FICHA TÉCNICA
Documental / 71 min / HD / 2018 / México, España
Dirigido por: Rodrigo Hernández Tejero, Elpida Nikou
Producción: Muzungu Producciones, Ficha Cine, Foprocine, con el apoyo de PROCINEDF y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Guión, dirección y cinefotografía: Rodrigo Hernández Tejero, Elpida Nikou
Producción: Abril Schmucler Iñiguez, Rodrigo Herranz Fanjul
Edición: Ariel Escalante, Natalia Bruschtein, Rodrigo Hernández Tejero
Sonido directo: Rodrigo Hernández Tejero, Elpida Nikou
Diseño sonoro y música original: Federico Schmucler Iñiguez, Alejandro Castaños
Animación: Daniel Farah
Fotografías: Jair Cabrera, Jesús Villaseca

Rodrigo Hernández (México, 1982)
Rodrigo es director y realizador de documentales independientes, trabajando para varios medios desde 2008, incluyendo Al Jazeera, Nat Geo y TeleSUR. Como director y camarógrafo ha desarrollado una amplia gama de documentales cortos, series y programas de televisión. También trabajó en la cobertura de noticias durante más de 5 años, informando desde más de 20 países en cuatro continentes. En 2010 fundó “Muzungu”, una productora independiente enfocada en temas sociales. Su primer largometraje, Disparos, obtuvo el apoyo del Instituto de Cine Mexicano (IMCINE) y fue seleccionado en el concurso al mejor documental iberoamericano en el Festival de Guadalajara.

Elpida Nikou (Grecia, 1981)
Elpida es camarógrafa y directora. Desde 2011 ha participado en la producción, grabación y edición de varios reportajes y documentales sobre temas sociales para medios internacionales como Al Jazeera y Telesur. Disparos es su primer largometraje, codirigido por Rodrigo Hernández, y seleccionado en el concurso al mejor documental iberoamericano en el Festival de Guadalajara.