Es una tradición que la revista estadounidense Time dedique su portada y un reportaje especial a un personaje que haya marcado todo el año. Y en este diciembre de 2018 los protagonistas son periodistas que ya no están porque fueron asesinados o periodistas encarcelados, amenazados o bajo acecho.
“Estamos viviendo una batalla contra la verdad”, publica la revista Time, por eso los buscadores de la verdad son más importantes que nunca, señala.
El título de esta inesperada tapa es “Los guardianes”, dedicada a periodistas que han encabezado o siguen luchando por publicar y difundir información en contextos donde la libertad de prensa es mínima o simplemente no existe.
Time seleccionó cuatro portadas para destacar, todas con el dramatismo del blanco y negro.
En América Latina, la revista Time destaca el trabajo de tres periodistas:
〉Venezuela: la directora y cofundadora de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes. “El periodismo libre es una especie en extinción en Venezuela”, dijo Reyes a la revista Time. Y explicó por qué decidieron crear un medio independiente a pesar del contexto político y social donde gobierna Nicolás Maduro: “Decidimos que en lugar de quedarnos viendo funeral de los medios y los periodistas íbamos a hacer algo. Produciendo muchas pequeñas luces podemos iluminar una nación entera. La democracia se pierde muy fácilmente”.
〉Brasil: la reportera brasileña Patricia Campos Mello, del Folha de S.Paulo, fue objeto de amenazas después de informar que los partidarios del presidente electo Jair Bolsonaro habían financiado una campaña para difundir noticias falsas sobre WhatsApp.
〉México: la reportera de Sinaloa, Dulcina Parra, quien trabaja en temas de seguridad en Los Mochis, Sinaloa. En 2017 trabajó para dar a conocer los esfuerzos de Las Rastreadoras de El Fuerte, un grupo de madres dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas: de acuerdo con información del gobierno mexicano son más de 38 mil desaparecidos en todo el país. En 2009, Parra fue secuestrada después de investigar una serie de amenazas a médicos en un hospital local. “Siento que es parte de lo que le debo a la sociedad”, dijo a Time.
Time destaca también la labor de los siguientes periodistas:
〉el columnista de The Washington Post, Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Turquía en octubre pasado.
〉María Ressa, una periodista de 55 años que dirige Rappler, una mujer crítica con el gobierno de Rodrigo Duterte en Filipinas. El gobierno de Duterte se niega a acreditar a un periodista de Rappler para que lo cubra, y en noviembre acusó al sitio de fraude fiscal, denuncias que podrían enviar a Ressa a la cárcel por hasta 10 años, algo que las organizaciones de defensa de libertad de expresión señalan que es otra estrategia de Duterte para reprimirla.
〉los periodistas de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo, también están las portadas de Time. Ambos fueron sentenciados a siete años de prisión por investigar la masacre de los musulmanes rohinyá en Myanmar.
〉al equipo de The Capital Gazette, el diario estadounidense de Maryland que sufrió un atentado el 28 de junio (2018) en el que murieron Robert Hiaasen, Gerald Fischman, John McNamara, Rebecca Smith y Wendi Winters.
El ataque al Capital Gazette convirtió a los Estados Unidos en el cuarto país más letal para los periodistas este año, vinculado a México, notorio por los peligros que enfrentan sus periodistas. “Nunca se sabe cuándo ni dónde puede ser golpeado”, dijo a Time Ismael Bojórquez, cuyo colega Javier Valdez en RioDoce, un periódico independiente en el estado de Sinaloa, conocido por ser cuna del tráfico de drogas, fue asesinado a unos metros de su redacción.
〉el fotógrafo de Bangladesh, Shahidul Alam, encarcelado por más de 100 días por hacer declaraciones “falsas” y “provocativas” después de criticar al Primer Ministro Sheikh Hasina en una entrevista sobre protestas masivas en Dhaka.
〉en Sudán, el periodista independiente Amal Habani fue arrestado mientras cubría protestas económicas, golpeado con varillas eléctricas y detenido durante 34 días.
〉Victor Mallet, editor de noticias para Asia del Financial Times, abandonó Hong Kong después de invitar a un activista a hablar en un evento del club de prensa contra los deseos del gobierno chino.
〉Can Dündar era editor de un periódico en Turquía cuando fue acusado de revelar secretos de estado y casi logran asesinarlo. Huyó a Alemania, donde creó un sitio de noticias. “Este es el mundo de los líderes fuertes que odian la prensa libre y la verdad”, dijo a Time.
〉Nguyen Ngoc Nhu Quynh, conocida por su seudónimo Mother Mushroom, es una blogger vietnamita que llamó la atención por criticar al gobierno controlado por el Partido Comunista. En 2017 fue sentenciada a 10 años de prisión por difundir supuestamente propaganda contra el estado. En octubre, Quynh fue liberada en un acuerdo de libertad para el exilio. Ahora en Estados Unidos dice que continuará hablando de los abusos en su país de origen.
〉Amal habani, periodista que cubre casos de corrupción gubernamental, abusos policiales y violaciones de derechos humanos como periodista independiente en Sudán. Las autoridades allí la detuvieron 15 veces y prohibieron que escribiera en un periódico importante. En enero, la retuvieron durante 34 días y la atacaron con varillas eléctricas por informar sobre las protestas económicas.
〉Arkady Babchenko pasó años como corresponsal de guerra en Rusia, pero después de sus críticas al Kremlin fue amenazado y se marchó a Kiev en 2017. La primavera pasada, cuando la agencia de inteligencia de Ucrania le advirtió sobre un complot para asesinarlo, fingió su propia muerte en una operación encubierta diseñada para atrapar a las personas que pagaban por los asesinatos, “un tema controvertido”, señala Time.
En todo el mundo, un número récord de periodistas (262 en total) fueron encarcelados en 2017, según el Comité para la Protección de Periodistas, para el cierre de 2018 la cifra podría ser peor.
Los que faltan
Sin duda en este listado de la revista Time hacen falta los periodistas desaparecidos, amenazados y asesinados en México y en otros países de América Latina, incluidos los periodistas de El Comercio de Ecuador, asesinados en la frontera con Colombia.