Violencia en México: contar la historia de manera diferente

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Cecilia Farfán-Méndez y Michael Lettieri, investigadores del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego lanzaron este otoño The Mexico Violence Resource Project, un repositorio de entrevistas, datos, ensayos, resúmenes de investigaciones y análisis sobre el crimen en el país.

Uno de los objetivos es que pueda servir a los periodistas para pensar cómo contar las historias del narcotráfico y la violencia en México de una manera diferente, dijo Lettieri en entrevista.

La iniciativa tiene el apoyo del Centro de Estudios México-Estados Unidos, el Programa Noria Research México & Centroamérica y el Repositorio de Violencia y Paz del Colegio de México.

Desde hacía un tiempo Lettieri y Farfán-Méndez habían hablado de impulsar un proyecto de este tipo, les preocupaba (y les sigue preocupando) la construcción de la narrativa del narco en los medios de comunicación, en la que muchas veces los reportajes usan las mismas fórmulas: un capo todopoderoso, un sicario que confiesa, una droga que se trafica, una disputa entre dos, las consecuencias en una localidad.

“Si es cuestión de no contar la misma historia de siempre, entonces, ¿cómo cambiamos la narrativa?”, surgió la pregunta entre ambos.

Pensaron que para lograrlo, para contar de otra manera la violencia, había que tener información accesible. No solo dar números o información detallada, sino hacer un análisis menos convencional y fácil de digerir por reporteros y editores, explica Lettieri, quien comparte la edición del proyecto con Farfán-Méndez.

México cumple en diciembre 14 años de militarización. Fotografía Michael Lettieri.

No todo lo que pasa en México es narco

Michael Lettieri ha publicado sobre periodismo y democracia, y su trabajo actual examina los impactos sociales de la violencia y las políticas de seguridad. “¿Cómo analizar lo que sucede en México?”, le preguntamos.

El investigador dice que es muy útil usar drug war (guerra contra las drogas) como palabra corta en los textos académicos o periodísticos, pero es más útil si se conoce su significado.

“Muchos de los conflictos en México no tienen nada que ver con el narcotráfico, no en el sentido histórico”, señala. “Son historias complejas”. Luego acorta la respuesta: una cosa sería el qué y otra el por qué.

Para un cambio de narrativa habría que contar las historias “desde abajo”, sugiere Lettieri. Escuchar las historias tal y como las cuentan en el lugar. Hablar con las personas de esa comunidad. No llegar con una narrativa definida, reduciendo que todo se trata solo de un cártel o de un narcotraficante mediático.

“Llegar y escuchar. Porque lo que se aprende escuchando esas historias es que la violencia afecta a la gente de manera diferente en distintos lugares, y las diferentes formas de violencia también afectan de muchas maneras”.

Recomienda tratar de entender las dinámicas locales. Ahí está la clave y desde ahí se puede construir una narrativa de la violencia, por más compleja que sea. “Si uno empieza enfocando la historia diciendo que es la ‘guerra contra el narco’, eso influirá en todas las historias”.

Ir, escuchar, entender el fenómeno, encontrar las historias sin guion previo.

Pone el caso hipotético de un sitio del país que ya tenía un conflicto histórico de agua o de tala de árboles y luego viene a sumarse un elemento del narcotráfico, como el cultivo de amapola o marihuana, por ejemplo: “Si no se analiza la historia de un conflicto no se puede explicar por qué ocurre esa violencia”.

Desde diciembre de 2006, el presidente Felipe Calderón movilizó a miles de soldados, marinos y policías por todo el país en medio de una violencia creciente en algunos estados del país. Cortesía Pixabay.

Problemas de enfoque con los editores

Parte del problema con el discurso reduccionista de la violencia son los editores, opina el coeditor del proyecto. “Los editores agarran una idea y definen la historia que van a contar los periodistas”, dice. “Ponen el título aunque no corresponda al artículo”.

El proyecto que lanzaron es para reporteros, editores, académicos, legisladores, activistas, personas de la sociedad civil.

“La idea es cambiar la narrativa y la estrategia es abrir las puertas a la información”, dice. Además de tener un repositorio, The Mexico Violence Resource Project está interesado en producir trabajos híbridos donde colaboren académicos y periodistas.

A mediados de octubre publicaron su primera colaboración con la Revista Espejo en Culiacán, Sinaloa, a un año de la detención fallida del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera (el Chapo). Son una serie de ensayos que escriben él, Farfán-Méndez y otros académicos mexicanos, más una serie de reportajes a cargo de los periodistas de la revista.

La retroalimentación entre académicos y periodistas es interesante porque se discute desde la concepción de una idea hasta los titulares, dice Lettieri, unos más acostumbrados a titulares de tesis y otros a titulares más sintéticos.

“Queremos que la información disponible no sea algo muy teórico, que las ideas sean para todos”.

Por ahora el sitio está solo puede leerse en inglés pero en un futuro los textos también estarán en español.

Imagen del documental Violencia Silenciada en México. Fotografía Miguel Tovar.

Colaboraciones abiertas

Farfán-Méndez y Lettieri dicen que el proyecto está impulsado por la comunidad y están abiertos a colaboraciones de académicos e individuos fuera de la academia.

Publica ensayos de opinión, resúmenes de investigación y mantiene un índice de datos clave sobre la violencia, también organizan foros de discusión y mesas redondas virtuales para miembros y colaboradores.

Sus principales tipos de contenido son resúmenes de investigación y ensayos de perspectivas. Los resúmenes de investigación sintetizan y explican los hallazgos de la investigación sobre temas importantes relacionados con la violencia en México, estos varían en extensión. Y los ensayos de perspectivas son breves piezas argumentativas de entre 1000 y 3000 palabras.

Si te interesa colaborar con ellos, puedes ver este enlace en inglés y en español: submissions@mexicoviolence.org.