¿Multimedia? ¿Multiplataforma? Transmedia.
La mejor definición, la más gráfica hasta ahora, la tiene Henry Jenkins, el investigador de MIT: “El transmedia es la cultura producida para la generación que creció mirando Pokémon, Star Wars y He-Man”. Otro especialista en el tema, Carlos A. Scolari, profesor de la Universitat Pompeu Fabra, lo cita constantemente y expone el concepto en su libro “Narrativas Transmedia. Cuando todos los medios cuentan”.
Scolari muestra diversos ejemplos, pero también publica una serie de entrevistas exclusivas, entre ellas, una con Jenkins, que es la que van a leer a continuación, una lectura interesante y necesaria:
“Henry Jenkins es investigador de los medios y las culturas populares. Entre 1993 y 2009 dirigió el programa en Comparative Media Studies en el Massachusetts Institute of Technology (MIT, Boston). Actualmente es profesor en la Annenberg School for Communication & Journalism (University of Southern California). Ha publicado obras fundamentales para comprender los cambios que atraviesa el ecosistema de medios: Piratas de textos (1992), Fans, bloggers y videojuegos (2006) y Convergence Culture (2006). A continuación, se recoge la entrevista exclusiva para este libro que nos concedió y que anunciaba al comienzo.
-Cuando en el 2003 publicaste el famoso artículo sobre transmedia storytelling en Technology Review, la revista del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ¿imaginabas el boom posterior de ese concepto hasta convertirse en algo global y casi viral?
Quedé sorprendido y shockeado por la gran atención que el concepto obtuvo. Cuando escribí ese artículo yo regresaba de un taller de Electronic Arts organizado para juntar a profesionales y gente de Hollywood. Había estado hablando de transmedia pero esa fue la primera vez que me senté alrededor de una mesa con gente que venía del mundo del entretenimiento y pude saber qué pensaban. Una cosa evidente es que la industria en cierta manera estaba lista para este concepto. Las piezas estaban ahí, la gente lo estaba experimentando y había un gran interés en avanzar en esa dirección. No pensé que llegaría tan lejos ni tan rápido, pero tenía la intuición de que describía algo que estaba a punto de suceder. El mundo académico aceleró este proceso de difusión del transmedia storytelling…
Ese es el punto, se estaban dando los primeros juegos de realidad alternativa (ARG), la gente veía, observaba y discutía sobre estas experiencias, pero no tenían un lenguaje (específico) para hablar de ellas. El concepto de transmedia storytelling interesó a la gente que quería moverse en esa dirección, tanto a los que estaban en Hollywood como a emprendedores, artistas y académicos, todos se juntaron alrededor de esta idea.
-Quizá la industria estaba esperando este concepto y tú propusiste una descripción clara y concisa.
Nunca lo pensé en estos términos cuando lo escribí, pero creo que sí. Yo solo trataba de captar un momento de transición.
-En 2009 cambiaste de universidad, desde el MIT (Boston) a la University of Southern California (Los Ángeles). ¿Cambió tu visión el transmedia? No fue un simple cambio geográfico? Ahora estás en el corazón de Hollywood…
Estuve durante veinte años en el MIT, en la cresta de la revolución digital, y cuando decidí cambiar tenía claro que el transmedia era la manera de estar en Hollywood durante la segunda mitad de mi carrera. Era muy atrayente. Ahora doy clases en un lugar donde jugadores clave del sector transmedia vienen y hablan a mis estudiantes… Tengo la sensación de estar en un lugar donde puedo formar a gente para la cual el transmedia será su segunda naturaleza, y serán capaces de comunicar a través de diferentes medios y plataformas.
-¿Detectas la aparición de una nueva generación profesional que ya «piensa en transmedia»?
Ahora tenemos el vocabulario para describir lo que hace cada vez más la gente joven. Yo he definido al transmedia como la cultura producida para la generación que creció mirando Pokémon, Star Wars y He-Man and the Masters of the Universe. Estos textos modelaron lo que las historias son para ellos. Por lo tanto, la generación entre treinta y cuarenta años que trabaja en Hollywood creció con historias que incluían muñecos, figuras coleccionables y cómics, pero escriben para una generación situada en un nivel sucesivo donde las extensiones son digitales. Dentro de poco encontraremos las estrategias narrativas de los Pokémon en las series. Veremos ejemplos de esto alrededor del mundo.
-Hoy en día todo el mundo habla de transmedia. Incluso obras que se limitan a proponer un vídeo y una web se autodefinen como transmedia. El concepto suena cool… ¿Hasta qué punto esto no es un límite para el mercado y también para la investigación?
Hay mucha confusión sobre lo que es transmedia. Hace unos años se hablaba de interactivo, en ese momento era cool… Era como hablar de atómico o edad espacial en los años 1950, son significantes vacíos que no se refieren a nada en particular. Tampoco estoy de acuerdo con la Producers Guild of America, quienes consideran que un proyecto transmedia debe involucrar al menos tres medios o plataformas. Es una arbitrariedad. Yo creo que si agregamos de manera enriquecedora un filme y una web se puede conseguir una experiencia transmedia completa y representativa.
-¿Qué es más importante entonces? ¿La cantidad de medios y plataformas que cubre el proyecto o la participación de las audiencias?
Es una pregunta interesante. Creo que los medios son la variable menos importante de la ecuación. Para mí lo esencial es que en la obra exista una intertextualidad radical —o sea, que las diferentes partes estén conectadas entre sí de algún modo—, lo cual tiene que ver con el concepto de multimodalidad y el hecho de ser diseñado para una cultura en red. Todas estas cosas vienen juntas. Pienso por ejemplo en Battlestar Galactica, una producción eminentemente televisiva, o en los universos creados por Marvel y DC Comics: todos ellos tienen mucho que enseñarnos sobre transmedia, aunque no sean estrictamente transmedia. Sin embargo, están más cerca del transmedia que las franquicias que no tienen conexiones intertextuales.
-Tenemos narrativas transmedia en la ficción, periodismo transmedia, documental transmedia… Tú también has hablado mucho del transmedia aplicado a la educación… ¿Qué es lo que viene? ¿Cuál es el próximo territorio que conquistar?
Yo he hablado sobre una lógica transmedia. El transmedia, en su expresión más básica, significa historias a través de medios. Podemos imaginarnos distintas expresiones de esa lógica. El transmedia storytelling es quizá la más investigada en este momento. Se podría hablar de performance transmedia, branding transmedia, educación transmedia, movilización transmedia o rituales transmedia, como alguna vez me referí en las iglesias durante la Edad Media. También podemos pensar en espectáculos transmedia —como el carnaval en algunos lugares de América Latina— o en el juego transmedia. En algunas empresas ya se habla de transmedia knowledge management. Todas estas experiencias son diferentes, pero al mismo tiempo están conectadas entre sí. Cada una de ellas puede aprender de las otras.
-¿Cuáles son las tendencias de la producción transmedia en Los Ángeles? ¿Cuál es el panorama para los próximos cinco o diez años?
Hay una tensión entre el modelo (tradicional) de la nave nodriza con sus extensiones y el modelo que nace transmedia. Hemos visto algunos proyectos potentes en el sector artístico independiente; también se avanza hacia una mayor sofisticación en la distribución de la información a través de las diversas plataformas. Esta sería la primera tendencia.
La segunda sería la relación entre transmedia y multimedia. El iPad brinda la posibilidad de integrar totalmente historias multimodales e intertextuales en un mismo paquete. La pregunta es si esto es bueno o malo… Es bueno porque hace que los contenidos sean más accesibles a una audiencia general que a veces no tiene los recursos o competencias para unir todas las piezas; pero puede ser malo porque se pierde la experiencia —hasta ahora central en la estética del transmedia— que significa encontrar y juntar los diferentes componentes. El transmedia lo crea la gente que busca y reconstruye piezas de información. Decimos que el transmedia puede convertirse en multimedia. Esta es una tendencia que estoy observando muy de cerca, trato de entender las consecuencias a largo plazo en caso de que se presenten las piezas reintegradas o se mantenga el valor de la dispersión”.
Ficha bibliográfica: “Narrativas transmedia: Cuando todos los medios cuentan”, Carlos Alberto Scolari, Editorial: Deusto.