Hacer periodismo en Guatemala

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José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico de Guatemala
José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico de Guatemala

Hace unos días elPeriódico de Guatemala publicó su última edición después de 26 años de nacimiento. Ocurrió en medio de la presión del gobierno de Alejandro Giammattei y el encarcelamiento del director del medio por presuntos delitos financieros, José Rubén Zamora.

El fundador del diario podría enfrentar hasta 40 años de prisión, el tiempo que solicitó el Ministerio Público: una condena de 20 años por presunto lavado de dinero y otros 12 años por supuesto tráfico de influencias y ocho más por supuesto chantaje.

Mientras el proceso continúan y el diario no entrega más noticias, algunos de sus reporteros están en el exilio.

Hablamos sobre el estado actual del periodismo en Guatemala con Mariela Castañón, egresada de nuestro diplomado de periodismo del Tecnológico de Monterrey-FEMSA.

“La situación es de preocupación y desesperanza porque prácticamente estamos frente a una dicatadura”, dice Castañón, reportera freelance y profesora de periodismo en una universidad de su país.

“Las y los periodistas debemos ser muy cuidadosos sobre lo que informamos y cómo informamos, porque de lo contrario podemos ser criminalizados y hasta encarcelados (como en el caso de Zamora)”.

José Rubén Zamora fue aprehendido en julio de 2022, hace casi un año, y esa detención impactó en los problemas económicos del medio, hubo despidos y criminalización del resto de los integrantes de la redacción. “Este cierre definitivamente impacta en las audiencias”, analiza Castañón. “Ahora tendrán menos acceso a información e investigación. El cierre limita los derechos de libertad de expresión, información y comunicación consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Declaración de Chapultepec”.

¿Hay posibilidad para los medios independientes en Guatemala?

“Las posibilidades se cierran cada vez más, porque sabes que está en un riesgo constante”, responde la periodista. “Claramente entiendes que si publicas algo que no le gusta al poder pueden criminalizarte. Tristemente algunos medios y periodistas se deben autocensurar para tratar de continuar ejerciendo periodismo”.

Además de la censura y la presiones, los medios alternativos y las plataformas digitales necesitan fortalecimiento e inversión, hacen enormes esfuerzos para informar: “enfrentan varios desafíos y esto también impacta en las condiciones laborales (salarios, seguro social, prestaciones de ley) de periodistas, fotógrafos, diseñadores, editores, etcétera”.

Zamora fundó Siglo 21, Nuestro Diario y elPeriódico, un medio reconocido por investigaciones de alto impacto que evidenciaron casos de corrupción.

El periodista detenido y su medio han tenido el respaldo de colegas de su país y de toda la región. Plaza Pública, El Faro y Ocote, entre otros, han desarrollado coberturas especiales explicando de manera detallada los procesos judiciales en contra de Zamora.

 

El medio Plaza Pública, también de Guatemala, ha desarrollado una cobertura del enjuciamiento contra el periodista Zamora.
Imagen de Plaza Pública, medio también de Guatemala que ha desarrollado una cobertura del enjuciamiento contra el periodista Zamora. Enlace: https://shorturl.at/doyDG.
  • Audio de pódcast de El Faro sobre el proceso judicial en contra de Zamora y los detalles de las denuncias.

Zamora que ha estado diez meses en la cárcel y enfrenta juicio desde el 2 de mayo por lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias, escuchó este 30 de mayo al Ministerio Público (MP) pedir que le condenen por 40 años de cárcel. Mientras tanto, enfrenta otro segundo proceso en el MP, y una tercera y nueva denuncia del querellante Raúl Falla. Aun si recibe una sentencia de cárcel corta y conmutable en el juicio actual, el traslape y la judicialización de las denuncias impediría al periodista salir libre a corto plazo.

 

Durante el Gobierno actual se han registrado más de 400 ataques a periodistas.

Juicio contra Zamora: el banquero que lo grabó y esperó un año para denunciarlo