El diario The New York Times comenzó a publicar una serie de notas cortas para explicar cómo es que deciden si publicar algo o no. Y echa luz sobre sus prácticas periodísticas, algo que puede servir a periodistas y sobre todo a profesores y estudiantes de periodismo.
La serie del Reader Center se llama Understanding The Times.
En uno de estos textos, el periodista especializado en seguridad nacional Charlie Savage, corresponsal de Washington y ganador del Premio Pulitzer, habla sobre las cuestiones legales y éticas en la publicación de información surgida a partir de filtraciones.
Para empezar una pregunta: ¿las filtraciones son ilegales?
“La mayoría no lo son, pero algunas sí. La ley federal (en Estados Unidos) penaliza la filtración de cierto tipo de información. La Ley de Espionaje establece que es un delito divulgar información a alguien que no está autorizado para recibirla, información relacionada con la defensa nacional que podría ser utilizada para dañar al país o ayudar a un adversario extranjero”, escribe Savage.
Por ejemplo, los secretos nucleares, las identidades de agentes encubiertos y las técnicas de vigilancia en comunicaciones electrónicas están protegidos por esta ley, cada una por separado.
Savage dice que en la historia de Estados Unidos la mayor parte del tiempo no han sido castigadas las publicaciones que surgen del filtraciones, pero en pero en el siglo XXI los enjuiciamientos han sido más comunes.
¿Cómo deciden publicar información filtrada sobre seguridad nacional?
En el histórico caso del Pentagon Papers, en 1971, la Suprema Corte, citando la Primera Enmienda, anuló un intento del gobierno de Nixon de forzar a The New York Times a no publicar información clasificada en su poder.
El periodista explica que hay casos en los que obtiene información de interés periodístico sobre asuntos de seguridad nacional que el gobierno clasifica como secreta, de manera que una agencia del gobierno pedirá al diario que considere voluntariamente no publicarla. Generalmente, dice Savage, esto sucede cuando los periodistas del Times contactan a la agencia involucrada por el tema con el fin de obtener más datos o una declaración.
Si los funcionarios piden a los periodistas que no publiquen el reportaje, el equipo editorial toma sus precauciones con la ayuda de los líderes editoriales, como el editor ejecutivo Dean Baquet. Analizan los fundamentos y los posibles peligros de publicar.
Sopesan qué vale más: si los costos potenciales legales o el valor público de la noticia. Así deciden si finalmente publican o lo reservan. “Es extremadamente raro que The Times retenga o mate tal historia”, finaliza Savage.