Adam Smith, editor asociado de redes sociales del diario The Economist, dirige a un equipo de nueve personas. Con frecuencia sus colegas, fuera o dentro del diario, le preguntan cómo hace para coordinar el equipo. Así que se dio a la tarea de hacer un resumen en cinco puntos y los compartió en Medium, aquí los amplificamos también.
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Contratar con inteligencia
Smith dice que cuando sus compañeros que editan el diario contratan nuevas personas, lo hacen basándose en que los candidatos sean inteligentes y escriban maravillosamente. Pero para las contrataciones de redes sociales descubrieron que además de escribir bien deben reclutar al tipo de persona que nunca había hecho un trabajo editorial con The Economist. Alguien totalmente nuevo.
“Sí, necesitamos buenos escritores, pero también necesitamos personas que estén dispuestas a experimentar liberalmente, que puedan encantar a los corazones tradicionales. Que puedan pensar más en el comportamiento de la audiencia, que sepan qué está pasando en Facebook y lo digan a los editores del diario, y que puedan rehacer los textos del diario en tweets, quizzes, historias de Instagram, videos y más”, dice Smith.
Cuando contrata a un editor de redes sociales lee los artículos escritos por el candidato y mira su trabajo: sus videos, escanea sus tweets y analiza el artículo de muestra que envían con su solicitud de empleo. “Si es que miro su escuela, la hago hasta el final”.
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Entrenar en ambas direcciones
Los editores junior trabajan cerca del equipo de contenido, mezclados en las diferentes secciones del equipo: no están todos en un lugar específico. Smith dice que ser nuevos les permite pensar en estrategias más innovadoras para presentar el contenido en las diversas plataformas digitales, pero trabajan mano a mano con los editores generales.
“En lugar de decirles qué hacer, les preguntaremos qué piensan que debemos hacer y les ayudaremos a determinar si es una idea inteligente y factible”, expuso el editor.
“En lugar de buscar nosotros mismos una aproximación a una plataforma, les pediremos a los jóvenes que propongan algunas tácticas y luego las ayudemos a incluirlas en nuestra estrategia. En lugar de decirles lo que no se puede hacer, trabajaremos para eliminar los obstáculos que ellos encuentran. Y en lugar de mantenerlos alejados de otros colegas, los presentaremos”.
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Editores mezclados
Cuando el equipo de redes sociales comenzó a operar en The Economist, no había suficientes escritorios y los editores fueron incrustados en lugares que temporalmente estaban vacíos, cuenta Smith. Y cada día era lo mismo: encontrar un sitio disponible.
Smith dice que eso se convirtió en una forma de trabajar, porque ahora tienen espacio en un edificio nuevo, pero los editores de redes sociales siguen mezclándose con los editores de contenido. Eso les funciona. El equipo digital constantemente informa a los editores del diario impreso qué es lo más visto en redes, cuáles tienen mejores o peores resultados. Los integrantes del equipo de redes dirigen sus propios proyectos pero son supervisados por otros editores con más experiencia, como Smith.
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Tiempo para pensar
Cada semana tienen una reunión de 45 minutos para debatir un tema con mucho detalle. Smith pone como ejemplo el asunto de la última junta: hablaron de si pueden confiar en Facebook como un espacio que fomenta el discurso cívico o no. También discutieron si los editores tradicionales deberían tomar ciertos riesgos en redes sociales o ser más cautelosos.
Smith dice que en los debates hay tiempo para reflexionar críticamente sobre el trabajo del equipo y para imaginar cuáles son las acciones siguientes. El editor cree que aunque sea complicado complicado para los equipos de redes tener una reunión semanal de casi una hora, es una buena forma de seguir formando un grupo que analiza y piensa en lo que hace.
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Los efectos de la red
Para algunos editores tradicionales, trabajar en un rol digital puede ser algo muy solitario, incluso con un equipo estelar detrás de ellos, dice Smith. Él forma parte de la Online News Association y está en varios grupos de Facebook para editores para interactuar con otros editores, de ahí ha obtenido ideas y estrategias.
“Y a veces necesito más apoyo personal”, escribe. “Un abogado para asegurarme de que soy justo con mis colegas más jóvenes y que voy bien en el apoyo que les doy en su desarrollo profesional”.
Smith dice que no se queda solo con el intercambio de ideas con sus colegas editores o los grupos de periodismo, sino que constantemente comparte con otros amigos que tienen trabajos similares. Quedan para un café o simplemente se envían un mensaje directo por Twitter.
En un grupo de WhatsApp tiene agregados a tres amigos que comenzaron como periodistas junior en el mismo periódico, hace algunos años, y ahora los tres están en diferentes ciudades. A pesar de la distancia, con frecuencia, dice Smith, se dan consejos y “burlas amigables”.
“La gerencia realmente no tendría por qué ser tan difícil”, concluye este editor. 🙂
Pueden leer su publicación original en su perfil, en inglés.