Soy una persona con discapacidad, me puedes llamar por mi nombre

0
566

Periodistas, usar un lenguaje adecuado y poner a la persona en el centro, no la condición de vulnerabilidad

Por Reyes Ramiro Gamez Barboza*

Cuando cursaba la carrera de Ciencias de la Comunicación, con la especialidad de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, tuve un compañero con discapacidad auditiva. Al inicio todos nos enfrentamos con el dilema de cómo nos íbamos dirigir a él, recuerdo que él en una hoja de su libreta escribió: “Me llamo Ignacio, me pueden decir Nacho”, gran lección que nos dio Nacho en aquel 1997.

Posteriormente, en 2003, cuando ya ejercía el periodismo, decidí usar mi tiempo libre para hacer voluntariado en una asociación llamada Unidos Somos Iguales, que por medio de paseos y diferentes interacciones promueve la inclusión social de las personas con discapacidad.

El primero con quien pude convivir es ahora mi amigo y tiene discapacidad visual. Recuerdo sus palabras al conocernos: “Hola, mi nombre es Jesús, ¿y tú, te llamas?”.

Me quedó claro que la persona es lo importante, no la discapacidad.

Por eso, lo primero al cubrir sobre todo estos temas, recomiendo preguntar el nombre a nuestro entrevistado, eso nos ayudará a “romper el hielo” y lograr una buena conversación.

Otro consejo: si la persona con discapacidad requiere en ciertos momentos del apoyo de otra persona para comunicarse mejor, es recomendable hacerle la pregunta al entrevistado, él o ella nos indicarán si su acompañante será quien clarifique su respuesta.

¿Algo nos impide jugar? Foto: Reyes Gamez.

Usar lenguaje adecuado

Cuando un periodista produce alguna noticia, siempre es importante usar un lenguaje donde la persona se vea reflejada como un ciudadano que ejerce sus derechos plenamente.

Para lograrlo podemos tomar talleres que suelen dar organizaciones de la sociedad civil, las comisiones de derechos humanos, las universidades u otras instituciones relacionadas con la promoción de los Derechos Humanos y las legislaciones correspondientes.

Esta nueva visión nos permitirá abordar los temas con mayor responsabilidad y nos dará elementos para concientizar a los jefes de nuestras redacciones o a los editores.

Es crucial que quienes toman las decisiones en los medios de comunicación comprendan que hacer periodismo social nos lleva a tener a la persona al centro y no a creer que su condición de vulnerabilidad es “la nota”. Y sobre todo, se requiere de ética.

Ya que sabemos que a veces nos piden ese texto, video o grabación lleno de “emotividad”, algo que no sirve para derribar prejuicios sociales y para visibilizar a las personas que buscan ejercer sus derechos.

Es un reto grande el que tenemos, pero debemos negociar con nuestros editores para tener una pieza periodística que ayude al lector, televidente o radioescucha a reflexionar sobre la importancia de tener una sociedad que no discrimine, que apoye el desarrollo de las personas y que le pida a las autoridades correspondientes el desarrollo de políticas públicas con enfoque de desarrollo.

El contexto

Al elaborar nuestras piezas informativas siempre debemos contextualizarlas: buscar datos que le den un marco referencial a las audiencias y puedan saber si ha mejorado o no la condición de vida de las personas que son protagonistas de nuestras historias.

Tenemos que mostrar cómo esta persona -o estas personas- en nuestras piezas han hecho para mejorar su calidad de vida, quizá es una experiencia que quiere compartir para empoderar a otras en su misma condición.

La cotidianidad. Fotografía: Reyes Gamez.

Y sí, el término adecuado es “discapacidad”

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad nos señala que esta nació:

“… Como un instrumento de derechos humanos con una dimensión explícita de desarrollo social. En ella se adopta una amplia clasificación de las personas con discapacidad y se reafirma que todas las personas con todos los tipos de discapacidad deben poder gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. Se aclara y precisa cómo se aplican a las personas con discapacidad todas las categorías de derechos y se indican las esferas en las que es necesario introducir adaptaciones para que las personas con discapacidad puedan ejercer en forma efectiva sus derechos y las esferas en las que se han vulnerado esos derechos y en las que debe reforzarse la protección de los derechos”.

La discapacidad es una situación provocada en la interacción entre la persona, sus características, el medio físico y social no habilitado para la diversidad propia de la naturaleza humana. La discapacidad no es un atributo del ser persona humana”.

Partiendo de esto, es necesario que nosotros usemos palabras que inviten a promover el respeto e inclusión de las personas, visibilizarlos como ciudadanos que de manera independiente o perteneciendo a alguna organización civil trabajan para ejercer sus derechos, como es el acceder a la educación, trabajo, deporte, recreación y ocio. Asimismo, muchas de estas personas hoy se postulan para puestos de elección popular, con la intención de mejorar los marcos jurídicos existentes desde la esfera política, y buscan generar una política pública transversal.

Los códigos deontológicos y los manuales de estilo de las empresas donde algunos trabajamos nos recuerdan que siempre debemos tratar con respeto y dignidad a nuestros entrevistados.

Lograr un mejor periodismo y una mejor manera de comunicar es nuestra responsabilidad, por eso debemos seguir aprendiendo y compartirlo.

Algunas herramientas: 

-Guía de Estilo Periodístico para Informar sobre Discapacidad, Colombia.

Escrito sin D, elaborado por la Conapred México 

-Manual de Estilo para el Abordaje Periodístico de la Discapacidad, Venezuela. 

-Guía para Periodistas. Discapacidad: claves para verla, oírla y comprenderla. Colombia.

-Guía de Lenguaje Positivo y Comunicación Incluyente, del Consejo de Discapacidades, Ecuador.  

-Guía de Buenas Prácticas de la  Consejería de Salud y Bienestar Social de Andalucía, España, incluye un resumen rápido con terminología adecuada: 

Adecuado: personas que “tienen”
Inadecuado: personas que “sufren”, “padecen”, “están afectados o afectadas”.

Adecuado: personas con discapacidad
Inadecuado: “minusválidos” o “minusválidas” “impedidos” o impedidas” “disminuidos” o “disminuidas” “inútiles”, “incapacitados” o “incapacitadas”.

Adecuado: personas con discapacidad
Incorrecto: Discapacitados o discapacitadas

Adecuado: “participación”
Incorrecto: “integración” /”normalización”/ “inclusión”

Adecuado: persona en situación de dependencia
Incorrecto: “dependiente”

Adecuado: “accesible” (que tiene acceso)
Incorrecto: “asequible” (que puede conseguirse)

Adecuado: alumnado con necesidades educativas especiales
Incorrecto: alumno o alumna especial Alumno o alumna con problemas educativos

Adecuado: usuario o usuaria de silla de ruedas “que va en silla de ruedas
Incorrecto: postrado o postrada en una silla de ruedas

Adecuado: discapacidad congénita / “discapacidad desde su nacimiento”
Inadecuado: “defecto de nacimiento” “defectuosos” o “defectuosas”

Adecuado: persona de talla baja, persona con acondroplasia
Incorrecto: “enano” o “enana”

Adecuado: personas sordas /persona con sordera / persona con discapacidad auditiva
Incorrecto: sordos o sordas Sordomudos o sordomudas

Adecuado: lengua de signos
Incorrecto: lenguaje de signos

Adecuado: audífono o implante coclear
Incorrecto: “sonotone”

Adecuado: personas ciegas, ceguera; personas con ceguera; personas con discapacidad visual
Incorrecto: Invidentes, mundo de tinieblas

Adecuado: personas sordociegas (juntas)
Inadecuado: persona sordo ciega

Adecuado: personas con discapacidad intelectual
Inadecuado: “deficientes”, “retrasado o retrasada mental” “subnormales”

Adecuado: personas con síndrome de Down, personas con trisomía 21
Inadecuado: “mongólicos” o “mongólicas”

Adecuado: persona con autismo persona con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) persona con TEA (una vez que se han explicado las siglas)
Inadecuado: “autista”

Adecuado: personas con enfermedad mental o personas con problemas de salud mental
Inadecuado: “enfermo o enferma mental” “trastornado” o “trastornada” “Perturbado” o “perturbada” “psicópata” / “demente” / “loco” o “loca”

Adecuado: persona con esquizofrenia persona que tiene depresión persona que tiene esquizofrenia
Inadecuado: esquizofrénico o esquizofrénica, depresivo o depresiva, Maníaco o maníaca, anoréxico o anoréxica, psicótico o psicótica,…

Adecuado: enfermedades mentales problemas de salud mental
Inadecuado: enfermedades psiquiátricas

-Guía periodística de comunicación y discapacidad desde un enfoque inclusivo, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, Brasil. 

-Guía completa de estilo para hablar sobre personas con discapacidad, elaborado por el NCDJ National Center on Disability and Journalism. (EU, en inglés).

Este último manual lo cita la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), quien elabora la siguiente lista de las palabras que no debemos utilizar:

  • Anormal: inadecuado cuando se utiliza para describir a un individuo.
  • Afligido con: implica que una persona con una discapacidad está sufriendo o tiene una calidad de vida reducida.
  • Apto: se refiere a una persona que no tiene una discapacidad. El término implica que todas las personas con discapacidad carecen de “cuerpos capaces” o la capacidad de usar bien sus cuerpos.
  • Confinado a una silla de ruedas: describe a una persona sólo en relación con un equipo diseñado para liberar en lugar de confinar.
  • Loco: es considerado ofensivo y no debe ser utilizado excepto en citas directas de especialistas en salud mental.
  • Sordos y mudos: evite estos términos ya que a menudo se usan incorrectamente y pueden ser ofensivos. Prefiera con discapacidad auditiva o de habla.
  • Con defecto de nacimiento: evite estos términos al describir una discapacidad porque implica que la persona es de alguna manera incompleta o sub-par.
  • Demente, senil: evite describir a alguien de esta manera. Utilice términos que pongan la palabra “persona” al principio. Por ejemplo, “persona con demencia”.
  • Epiléptico: el término convulsión se prefiere cuando se refiere a la breve manifestación de síntomas comunes entre los que tienen epilepsia. Evite indicar que la persona tuvo un ataque epiléptico.
  • Lunático o psicótico: es considerado ofensivo y no debe ser utilizado excepto en citas directas pronunciadas por especialistas o autoridades.
  • Retrasados ​​mentales: siempre trate de especificar el tipo de discapacidad a la que se está haciendo referencia. De lo contrario, los términos discapacidad mental, discapacidad intelectual y discapacidad de desarrollo son aceptables.
  • Parapléjico: evite referirse a un individuo como parapléjico. En su lugar, digamos que la persona tiene paraplejia.
  • Cuadripléjico: de nuevo, es mejor utilizar expresiones donde se ponga a la persona primero, como “una persona con cuadriplejía” en lugar de tetrapléjico.
  • Vegetal: utilice mejor expresiones como “una persona en estado vegetativo”. Evite referirse a alguien como un vegetal, ya que tales palabras deshumanizan a la persona.

 

“Es importante la influencia de los medios de comunicación sobre la mentalidad. Si utilizamos esa influencia para fomentar el odio, nos encontraremos ante un mundo muy peligroso”. 

Ryszard Kapuscinski

 


*Reyes Ramiro Gamez Barboza es egresado del Diplomado “El Periodista Latinoamericano como Agente y Líder en el Desarrollo Social”, del Tecnológico de Monterrey y Femsa.