‘Aquí estamos’, periodistas investigan feminicidios de niñas con sus propios recursos

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Un grupo de periodistas, todas mujeres, produjo una importante investigación multimedia sobre el feminicidio de niñas y adolescentes en México.

Aquí estamos” es el nombre del especial que contiene datos únicos recabados de manera exhaustiva por medio de un monitoreo de notas periodísticas y que cuenta cinco historias de las mujeres menores de 18 años víctimas de feminicidio.

Marcha en la Ciudad de México. Foto cortesía de Perla Blas.

Detrás del proyecto están Perla Blas, Itzel Oranca, Ivonne Ramírez, Esperanza Romero, Erandini León, Zaira Juárez, Norma Ramírez, Ana Paula Carbonell, Brince Tapia.

Blas coordinó la investigación y aquí nos cuenta cómo comenzó el trabajo, la metodología y lo que desean continuar.

Además de los datos y las historias, el trabajo periodístico está acompañado de un análisis, líneas de tiempo, un recuento de las leyes mexicanas, un mapa de feminicidios de menores y una sección sobre las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Un promedio de 10 mujeres son asesinadas cada día en México y no todos los casos se tipifican como feminicidios.

En su investigación, el equipo de reporteras al menos 164 niñas y adolescentes víctimas de feminicidio entre diciembre de 2018 y diciembre del 2020.

En solo dos años murieron asesinadas todas estas niñas y adolescentes, a manos de hombres y por razones de género.

Como Giselle, una niña de 11 años que vivía en el Estado de Mexico, fue a un cibercafé durante la mañana y el dueño del local la violó y la asesinó. Laura Angélica, una joven de Aguascalientes de 17 años que estaba a poco de dar a luz y fue degollada por su novio, un hombre que la quería obligar a abortar.

Alexandra, de 15 años, torturada y mutilada en el Estado de México. Victoria, de 16 años, apuñalada por su expareja al mediodía, en una calle por la que transitaban personas que no hicieron nada para detenerlo.

O Elsy, una niña de 12 años violada y asfixiada cuando iba de camino por un cargador para su celular, en un rancho cerca de su casa en Jalisco. 

Periodismo sin apoyo financiero

En el primer semestre del 2020, Perla Blas y el equipo postularon dos veces para obtener financiamiento de una organización latinoamericana de periodismo, pero en las dos ocasiones no fueron seleccionadas.

“Cuando vimos eso mejor nos pusimos a trabajar: o dedicas tu tiempo a buscar financiamiento o empiezas con la investigación”, dice Blas.

Ella y su compañera Ivonne, ambas con otros trabajos fijos y salarios establecidos, pusieron de su bolsa para financiar al resto del equipo. Pagaron los honorarios de algunas de las integrantes que ayudaron a hacer el monitoreo de medios.

Unas estaban en Veracruz, otras en CDMX, otras en Guadalajara. En medio de la pandemia hicieron un trabajo más organizándose a distancia.

Las primeras reuniones fueron clave para hacer un primer mapeo de su objetivo, diseñar la metodología y organizarse para encarar los reportajes de su especial.

“No fue tan romántico”, dice Blas, “nos dividimos y continuamos con el trabajo cada una”.

Primero hicieron una investigación documental para identificar conceptos básicos, como perspectiva de género, machismo, misoginia. 

Después empezaron a revisar las cifras del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, el índice de delitos que se publica mes con mes en México y que incluye una sección de violencia contra las mujeres.  

“Nos dolió la cabeza”, cuenta Blas. 

Las cifras oficiales son un documento en PDF con diversas categorías, pero solo son números, porcentajes, sin más contexto. Estos datos que recaba el gobierno federal con la información de las fiscalías locales son escuetos, sin desgloses por localidad o por región, tampoco es posible conocer cuántos de esos feminicidios han llegado a una condena.

Al equipo le interesaba tener su propio recuento, recuperar los nombres y contar las historias de las niñas y adolescentes fallecidas. Su objetivo era ese.

Para lograrlo decidieron hacer un monitoreo profundo de medios: buscaron en todos los sitios posibles y diarios de información, pequeños o grandes, marcas conocidas o desconocidas. En unos era posible encontrar unos datos, luego en otros hallaban más información, solo así pudieron ir llenando una base de datos con diversas variables y solo así pudieron encontrar los nombres de algunas de las mujeres para ir a reportear en campo posteriormente.

“Queremos que con este trabajo la gente vea el trabajo y vea las historias, que se mueva una conciencia, aunque sea”, dice Blas.

Blas calcula que invirtieron unos 8,000 pesos mexicanos para crear el sitio de su investigación: https://feminicidioinfantil.com.mx/. Más otros 7,000 pesos mexicanos para poder dar una retribución a las integrantes del equipo por su trabajo.

“El dominio cuesta barato, son como 200 o 300 pesos”, dice, “pero desarrollar y montar el sitio, pagar a la desarrolladora, a la diseñadora, son alrededor de 8,000 pesos al principio; más los honorarios de las reporteras, de las monitoras”.

En el especial incluyen una sección que llamaron “Señor Presidente”: se trata de una línea de tiempo sobre las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador, y sus discursos ya como presidente de México. Una de las integrantes hizo este trabajo y fue pagado de la bolsa de las que tienen otros trabajos fijos.

Pagaron a otra colaboradora más para que hiciera la escaleta para armar y editar un video. Y pagaron a quien mapeó los 164 feminicidios de niñas y adolescentes en los primeros dos años del gobierno de AMLO. 

“Primero pensamos que sería un reportaje chiquito, después se convirtió en un monstruo”, detalla Blas.  

Lo que sigue: que sea un proyecto autosusentable

El equipo está buscando financiamiento para continuar con su investigación. Quieren ampliar el número de historias, abarcar la mayor cantidad de casos y de diferentes regiones del país.

“Es preocupante el desinterés y el desdén del Estado desde distintos niveles de gobierno, no solo del presidente Andrés Manuel. Tú te preguntas, ¿dónde está el gobernador del Estado de México?”, dice Blas.  

“Si la situación va como va, con los feminicidios de menores de edad a la alza, no sé cómo va a terminar cuando finalice la cuarta transformación (la 4T)”.

Las integrantes que con empleos fijos están financiando a las son freelance, el proyecto tendría que ser autosustentable.

“Consideramos que es un buen trabajo: tiene calidad, rigor, una combinación de periodismo y academia, vale la pena y es necesario continuar y darle seguimiento a las historias que ya tenemos”, dice Blas. 

Aunque es triste y doloroso para las familias recordar lo que pasó, algunas les han dicho a las periodistas que sienten esperanza de que al contar nuevamente el caso de sus hijas se pueda llegar a la justicia.

 

 

 

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Pueden seguir su trabajo en Facebook y Twitter.