La beca tiene abierta la convocatoria para periodistas freelance hasta el 12 de junio
Hace dos años la periodista mexicana Vania Pigeonutt era la corresponsal en el estado de Guerrero para el diario El Universal. Para ese entonces ya había cubierto la tragedia de los estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, en Ayotzinapa; había hecho coberturas de política en un estado donde matan en promedio siete personas cada día, y había realizado reportajes sobre cultivos ilícitos, uno de ellos sobre niños trabajando en los campos de amapola de la entidad que produce más heroína en México.
Era periodista independiente y tenía tres años sin descanso, también era corresponsal de Grupo Radio Centro. Vania sentía que a pesar de la experiencia le faltaba hacer un alto y tener más capacitación. Así se decidió a solicitar la Beca Prende de la Universidad Iberoamericana en la primavera de 2017. Y la cursó.
“Cuando decides cambiar si te descolocas porque llegas de estar metida en la rutina, en tu zona de confort; de mandar notas y hacer reportajes”, cuenta Vania.
El Programa Prensa y Democracia (PRENDE), del Departamento de Comunicación de la IBERO Ciudad de México-Tijuana, lanza cada seis meses una convocatoria para la Beca PRENDE de profesionalización en periodismo. Es para reporteros, editores, fotógrafos y productores de contenido audiovisual en cualquier plataforma (impresa, electrónica o digital) que laboren en medios de comunicación y tengan estudios universitarios.
Vania tomó el periodo de profesionalización en periodismo narrativo. Pensó que como había cursado talleres con diversos cronistas el plan de estudios sería sencillo. “Pero fue deconstruir lo que yo pensaba de periodismo narrativo, eso fue muy revelador”.
La cursada contempla clases iguales para todos los becarios y tomar materias de otras carreras, con compañeros que no son periodistas. Ella, por ejemplo, se inscribió en decidió semiótica aplicada.
“Me di cuenta qué importante es que tengamos mas herramientas de sociología o de antropología, que tengamos un método de trabajo y considere lo cuantitativo y lo cualitativo, porque muchas veces nosotros como periodistas vamos solo por la historia y no vemos más allá”, dice la periodista, que actualmente trabaja para El Financiero/Bloomberg, haciendo reportajes en los estados que tendrán elecciones el próximo 1 de julio, el mismo día que los mexicanos votan por presidente.
Leyó textos que en medio de la rutina del día a día como reportera no lo hubiera podido hacer. Los analizó. Compartió ideas con sus compañeros.
La beca, dice, sirvió para repensar dónde estaba como periodista y cómo quería seguir, qué es lo que quería hacer: un alto en el camino y un punto de partida.
Actualmente Prende tiene abierta una nueva convocatoria que cierra el próximo martes 12 de junio de 2018, esta es para periodistas freelance.
Vania recomienda que los colegas que sean seleccionados regresen a las aulas sin “la soberbia de que son producto terminado”, porque los seis meses de cursada les permitirán entender que en el periodismos “no hay héroes” y que todo periodismo, sea de investigación o no; sea narrativo o no; es de un gran aporte.
Verónica García de León, editora de Expansión, la hizo en 2006, recuerda que fue la primera freelance becada, porque en ese año la Ibero todavía daba un sueldo a los periodistas que cursaban, ahora eso no existe más. “Para mí fue muy padre tener esa desconexión, como tenía la beca me sentía con la libertad y tiempo para dedicarle al estudio e ir a mis clases. Era un buen momento para hacerlo”, recuerda.
Entre las optativas curso análisis financiero y antropología social.
Cursar de manera presencial, dice, le recordó a los tiempos de universidad. “Es diferente a tomar un taller, es algo muy distinto”.
Verónica Díaz Favela, exreportera de CNNMéxico, también hizo la beca en 2006, ella vivía en Guadalajara y se mudó a la Ciudad de México para cursarla. Decidió hacerla porque llevaba varios años ejerciendo el periodismo. “Sentía un gran anhelo por estudiar alguna área de interés personal y la beca ofrecía la oportunidad perfecta para hacerlo, al mismo tiempo que me permitía crecer como periodista”, cuenta ahora.
“Me dio un respiro, me permitió hacer un alto en el camino y tomar perspectiva sobre la situación del ejercicio del periodismo en México y en lugar que yo jugaba en ese contexto. Lo más importante fue entender que muchas de las situaciones de precariedad laboral así como de las frustraciones por el abordaje editorial de los temas eran, en realidad, un asunto generalizado, una realidad nacional, no un asunto personal. También me dio un primer acercamiento a herramientas que usé más tarde, y me expandió mi conocimiento de periodistas y medios referentes”, dice Verónica.