“La última edición” es el título de un reportaje especial lanzado por el diario The New York Times para hablar de la situación de la prensa en Estados Unidos, similar de la de otros países, donde cada vez más periódicos locales han dejado de imprimir.
¿Qué sucede cuando las prensas dejan de rodar? ¿Quién contará las historias? Con estas preguntas como base el diario invitó a personas que han innovado en la industria de los medios para que compartieran sus visiones. ¿Cómo se puede informar en las comunidades cuando hay menos reporteros y menos medios locales?
Este es un breve resumen de cuatro de las iniciativas que aborda el NYT:
1. La crisis en el periodismo local “es catastrófica y empeorará”, escriben Steven Waldman y Charles Sennott. Más de 1,300 comunidades en Estados Unidos no tienen cobertura local de noticias, y miles más tienen un periodismo inadecuado. “En la próxima recesión, el colapso se acelerará”, dicen.
Waldman es presidente de Report for America y Charles Sennott es cofundador de la misma organización y CEO de The GroundTruth Project, una organización que beca a periodistas emergentes pagándoles la mitad de su salario anual. La otra mitad se divide en dos: una tercera parte del sueldo lo paga la organización de noticias y la otra tercera parte se financia con una donación (individual, universidad, fideicomiso familiar o fundación).
Los fundadores de Report for America dicen que ahora los estudios confirman que la desintegración del periodismo comunitario conduce a “una mayor polarización, menor participación electoral, más contaminación, menos responsabilidad del gobierno y menos confianza”.
“Este problema no se resolverá con una nueva aplicación de teléfono o un aumento de unos pocos centavos en las tarifas de anuncios digitales. Es hora de probar algo dramáticamente diferente”, dicen.
2. De acuerdo con el Pew Research Center, el número de empleados en las redacciones de periódicos se redujo en 47 por ciento entre los años 2008 y 2018: pasó de aproximadamente 71,000 a cerca de 38,000.
Además, los estudios dicen que el ritmo educativo ha sido diezmado: si los diarios metropolitanos tenían cuatro a seis reporteros de educación hace una década, “hoy con suerte tienen uno”, escribe Bene Cipolla, editora ejecutiva de Chalkbeat, una organización sin fines de lucro que centra sus reportajes en educación.
Cipolla dice que cada vez menos reporteros hablan sobre el 41 por ciento de los niños que viven cerca o debajo de la línea de pobreza.
3. Outlier Media es una organización de noticias sin fines de lucro en el estado de Detroit, al norte de Estados Unidos. Arrancó hace tres años, después de dos décadas con un estado en bancarrota que ha visto cerrar planas de automóviles y mudanzas de sus residentes a ciudades más prósperas.
Su equipo está conformado solo por tres personas, Los otros dos son un reportero de datos y el jefe de la organización, quien recauda dinero y construye alianzas con salas de redacción en todo Detroit y en todo el país. editora y reportera de Michigan Radio, una afiliada de la National Public Radio (NPR).
“Nuestras historias han empujado a los inversores a dejar de comprar casas en subastas de impuestos, han llevado a la ciudad a cambiar las regulaciones y han detectado errores que les cuestan a los contribuyentes de la ciudad cientos de miles de dólares. Esas historias no hacen que sea más fácil para los residentes navegar por estos sistemas rotos, pero el servicio de texto que creamos hace exactamente eso”, escribe Alvarez para el Times.
4. “Una democracia local saludable requiere un periodismo local saludable”, escribe para el especial de The New York Times el experto Douglas Smith, el arquitecto y cofundador de los programas Table Stakes, coautor también de “Table Stakes: Un manual para entrar en el juego de las noticias”.
La geografía, dice, ahora impide que las organizaciones de noticias locales escalen como Google, Facebook y otros gigantes que acumulan miles de millones de usuarios. “No es de extrañar que los ingresos por publicidad y circulación, y los trabajos de periodismo local, hayan caído precipitadamente, fomentando el aumento alarmante de los desiertos de noticias, que, en verdad, son desiertos de la democracia local”.
En 2015, los líderes de la Fundación Knight optaron por combatir esta narrativa de decadencia y desesperación. Con su generoso apoyo (y más tarde el del Instituto Lenfest), los líderes de The Dallas Morning News, The Miami Herald, El Nuevo Herald, The Star-Tribune of Minneapolis y The Philadelphia Inquirer se reunieron en Filadelfia para defenderse. Junto con el American Press Institute, comenzaron el movimiento de “apuestas en la mesa”, que hoy cuenta con unas 100 empresas de noticias locales en todo Estados Unidos. En octubre comenzará en Europa.
Habla de las apuestas para servir a las audiencias locales valiosas:
- enfocarse maníacamente en las necesidades de diferentes audiencias locales
- ganar el apoyo financiero de las audiencias
- expandir la forma de ganar dinero para servir a las audiencias
- trabajar juntos con otros para innovar
- crear lugares donde las personas como tú vivan mejor
Según el Pew Research Center, los estadounidenses confían más en las noticias locales que en otras fuentes de noticias. También anhelan salas de redacción locales para conectarlos. Sin embargo, el 71 por ciento cree que los grupos de noticias locales están “bien financieramente”, lo que puede explicar por qué solo un mísero 14 por ciento paga las noticias locales, escribe Smith.
El especialista dice que hay que derribar inercias y seguir los ejemplos de organizaciones que están comenzando a conectarse de otra manera con sus audiencias, que las convocan para divertirse, encontrar trabajos, discutir problemas comunes y conectarse entre sí. O de los eventos que realizan para recaudar fondos para periodismo local de alta calidad.