Por Aldea de Periodistas
“La resistencia no es exclusiva de los más grandes. Su músculo se fortalece con niños. Nadie se pregunta por qué están allí. Se cuelan entre la masa y también asumen la vanguardia. Han aprendido a preparar bombas molotov y a devolver lacrimógenas. La razón es única y compartida: tienen el estómago vacío”.
Así comienza esta pieza que escribe Emily Avendaño, periodista venezolana que cursó el diplomado en 2015. Es una historia que publicó el sitio de noticias El Estímulo, bajo el título: “Los niños de la resistencia”.
Adolescentes entre 13 y 15 años participan activamente en las protestas en Caracas. Avendaño cuenta cómo llegan solos en autobús a Altamira, sin un adulto que los haya llevado contra su voluntad. Altamira es una de los centros de negocios más importantes del país.
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