Hablamos con Karla Casillas, la jefa de investigación periodística del documental “Las tres muertes de Marisela Escobedo“, una pieza audiovisual que teje la historia de una madre mexicana asesinada en 2010 mientras seguía luchando por conseguir justicia para su hija Rubí Frayre, víctima de feminicidio.
La periodista Casillas y los periodistas Alejandro Melgoza (en Ciudad de México) y Marco Antonio López (en Chihuahua) dedicaron al menos un año en el largometraje dirigido por Carlos Pérez-Osorio y producido por Laura Woldenberg. Y de ese año, trabajaron entre cinco y seis meses de tiempo completo los tres.
¿Cómo fue el proceso de investigación? Casillas explica los detalles de cómo organizaron su cuarto de guerra para llegar a un documental que logra nuevas revelaciones de un caso que había quedado en el abandono mediático.
1. Revisión de archivo
Una de las primeras tareas fue revisar qué se había publicado sobre el caso de Marisela Escobedo para tener claro el mapa y marcar dónde creíamos que estaban los huecos. Con esta historia pasó como con otras, ocurren cosas tan terribles al día siguiente que nadie tiene tiempo para investigar de lleno. El primer reto fue desempolvar todo el caso, sobre todo ver qué se había publicado en Chihuahua, ahí nos ayudó Marco. Así vimos qué teníamos y qué no.
2. Solicitud de expedientes
Después de eso teníamos que pedir todos los expedientes completos. Teníamos dos expedientes criminales: el expediente del feminicidio del Rubí y el expediente del homicidio de Marisela. Cuando ocurrieron los dos asesinatos ninguno estaba clasificado como feminicidio porque todavía no se tipificaba el delito, ambos están calificados como homicidios, y en el caso de Rubi como homicidio agravado porque era mujer y menor de edad.
Básicamente fue leernos los dos expedientes, eran muchas hojas de ambos expedientes, son 3700 fojas, las leímos completitas, los dos, Alejandro y yo.
3. Línea de tiempo por colores
A partir de esos dos expedientes empezamos a hacer una línea de tiempo en donde apuntábamos los detalles en pequeñas tarjetitas tipo bibliográficas. En nuestra oficina teníamos una especie de cuarto de guerra que nos dieron, estábamos nosotros dos más el director, y básicamente nosotros cuatro estábamos ahí metidos todo el día.
Empezamos a inventar nuestra propia metodología porque cada caso obviamente tiene sus particularidades y no puedes investigar un caso de corrupción inmobiliaria o un caso de corrupción igual que un caso como este, que también es un caso de corrupción, pero básicamente es un caso criminal.
Usamos tarjetas de cuatro colores.
Blanco: usamos este color para lo que íbamos considerando interesaste para todos los episodios, hacíamos tarjetitas y las poníamos en la pared.
Amarillo: Todo lo que tenía que ver con los juicios y la legalidad.
Morado: Todo lo que sucedió en Zacatecas.
Naranja: Todos los homicidios que se dan a raíz del primer crimen que es el de Rubi, la hija de Marisela.
Azul: Algunas cosas que creíamos que podrían servir para la reconstrucción, las llamadas evocaciones que le servían mucho al director. Hablábamos a diario con él y nos decía qué cosas podían irle sirviendo para crear, él necesitaba montarse en la mente cómo iba a ser la narrativa y cómo iba a contar la película.
4. Un libro clave
Leímos con gran detalle un libro que se llama “La Verdad del caso Rubí”, escrito por Joel Meneses que fue el defensor de Sergio Barraza (el feminicida de Rubí). Gracias a ese libro entendimos a detalle el proceso contra Sergio Barraza y dónde estuvieron los errores de la fiscalía para armar la carpeta como de todos los MP. Una de las cosas importantes es que si bien Sergio Barraza cuatro veces confiesa que asesinó a Rubí, ninguna de esas cuatro veces lo hizo apegado al debido proceso. Sergio Barraza no tenía un abogado defensor cuando confiesa y no lo hace al lado de su abogado defensor. Y es una de las razones principales para absolverlo. La otra razón es que nunca se logra determinar cómo Sergio Barraza asesina a Rubí, porque cuando encuentran los restos de Rubí en Las Marraneras ya habían pasado varios meses en que su cuerpo había sido abandonado y los huesos estaban quemados, era imposible por parte de los peritos determinar la manera en que Rubí había sido asesinada. Por otro lado, el defensor de Sergio Barraza era un abogado muy dedicado y muy hábil, con mucho conocimiento del sistema de justicia oral que justo se estrenaba en Chihuahua por esos años.
5. Informes del CEDEHM
Tuvimos acceso a los informes del CEDEHM, que es el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en Chihuahua, que fue quien llevó todo el caso de Rubí y posteriormente todo el caso de Marisela, hablamos con varias abogadas entre ellas Lucha Castro, una defensora muy prestigiosa en Chihuahua. Nos prestaron todos sus informes y nos dieron acceso a los archivos y cosas del juicio.
6. Más de 100 solicitudes de información
Hicimos más de 100 peticiones de transparencia, algunas nos las dieron y otras nos las negaron, para tener detalles de todo el caso. Estaban encaminadas a pillar las mentiras que había en el expediente y la fabricación de culpables, más en el Marisela. A partir de eso y de todo lo que teníamos era cruzar y cruzar fuentes hasta tener, obviamente, una historia totalmente apegada y cruzada a partir de todas estas fuentes, de lo más cercano a la realidad posible. Fue así como logramos reconstruir ambos casos.
7. Bases de datos de la información
Sistematizamos las solicitudes de información que pedimos por ley de transparencia, todas impresas en una carpeta específica de solicitudes en la que dábamos seguimiento a cada una. Ahí Alejandro Melgoza fue el reportero clave para hacer eso. Si bien nos poníamos juntos en las cosas más importantes sobre las peticiones de información pública, por ejemplo, qué íbamos a responder en cada cosa, cómo hacer para que nos respondieran mejor, Álex hizo un Excel con todas solicitudes, ponía las fechas en las que nos tenían que responder las autoridades y usaba diferentes colores para cuando nos contestaban o cuando las rechazaban. También eso es otra chambota, necesitas un chorro de organización y disciplina. Y la verdad, es más fácil aunque no nos guste Excel.
8. Árboles genealógicos con fotos
Era súper importante desde nuestra oficina poner quién era quién. Hicimos árboles genealógicos de toda la familia Escobedo, árboles genealógicos de toda la familia Barraza, o toda la familia del Poder Judicial Teníamos muy bien ubicados a los abogados, los fiscales, los ministerios públicos, los jefes de la fiscalía, los procuradores. Tener muy claro quién es quién fue una de las cosas más importantes de la investigación, esa parte nos ayudó mucho a entender.
Otra cosa cosa que nos ayudó, y parece una tontería, era tener una carita y el rostro de cada uno en pequeñas fotografías que nosotros íbamos pegando en las fichas que considerábamos súper importantes. Así ubicabas muy rápido si pasó un detalle, un hecho, las poníamos cuando creíamos que había algo muy importante y había algo muy destacado. Por ejemplo, cuando Marisela fue a la procuraduría y dejó un acta.
9. Índices en los expedientes
Hicimos indices de todos los expedientes para saber qué teníamos en cada tomo. Era importante porque con miles de cosas que tienes te puedes perder muy fácilmente y decir: bueno, esto lo leo en tal expediente y de rato no te acuerdas, entonces, también implicaba ponerle orden a los archivos judiciales o los expedientes, que son muy repetitivos a veces y desordenados en fechas, puede que estén desordenados en fechas. Lo que hacíamos era leerlos, poner post-it de colores y subrayar. Mandamos engargolar todos los expedientes e imprimirlos. Eran archivos muy grandes y era mejor tenerlo en papel y poder subrayarlos.
El expediente de Rubí completo eran 1700 fojas y el expediente de Marisela todo completo otras 1700.
10. Línea de tiempo en Excel
Toda nuestra línea de tiempo la pasamos en Excel, era mejor para todos tenerla a la vista y poder consultarla ante cualquier duda que tuviera el director o su asistente. Álex y yo expusimos esa línea de tiempo muchas veces: a veces al director, a veces a Laura Woldenberg, a veces al editor de video, a veces a la gente que buscaba en archivo de Televisa. Para imágenes de archivo sería mucho, porque decían: Mira, eso estaría muy bien, seguro salió en los noticieros de Chihuahua. O cuando Marisela llega y busca al gobernador Duarte y lo increpa.
Leer la línea de tiempo nos servía como un ejercicio de memoria. Nos obligaba a Álex y a mí a resolver cosas que no teníamos claras, y dónde era importante tapar esos huecos y conseguir la información a como diera lugar.
Es una línea de tiempo de más de 300 sucesos y exponerla nos llevaba como 8 horas, más o menos. Fue súper enriquecedor trabajar de esta manera.
11. Audiencias de juicios orales y diarios personales
Vimos 21 horas de las audiencias del juicio oral contra Sergio Barraza, el homicida de Rubí, tuvimos acceso a los diarios familiares de Marisela y de Juan Manuel Frayre, que es el hijo de Mariela que fue muy cercano a ella, y que ellos en los diarios cuentan un poco sus emociones, lo que iban sintiendo cuando hacían los rastreos, las frustraciones del sistema y cómo Marisela se tenía que enfrentar a ese sistema.
Lo más importante de este mundo es ser ordenado y disciplinado, ir metiendo todo al momento no dejar para al final las cosas porque luego se te carga el trabajo y se vuelve un lío. Ir anotando todo. En los juicios orales yo tenía mi libreta para ir anotando todo, para ir cruzando fuentes, ver si coincidía lo que dijo Marisela y lo que decía el libro del abogado Juan Meneses, ahí te dabas cuenta que si era cierto.
Entre más fuentes tienes para verificar un hecho era mejor, sirven para reforzar o ver incongruencias. Debes ser disciplinado y someterte a los cuestionamientos de tu propio equipo, eso está muy bueno también.
12. Entrevistas y revelaciones
Hay dos revelaciones fundamentales en el documental.
Hubo personas que hablaron 10 años después de este caso, no solo de la familia o de las amigas de Marisela, también autoridades, entre ellas Perla Márquez, la defensora pública del Wicked, a quien culparon de matar a Marisela. Cuando conseguimos el expediente vimos quién había sido su abogada, que era Perla Márquez, y encontramos su correo en los documentos, le escribimos y muy amablemente accedió a darnos una entrevista después de una década. Ella dice que cliente fue torturado para inculparse del asesinato de Marisela, pero nadie investigó más en su momento ni se acercó a ella. Esa revelación es muy importante.
Y otra es que nosotros dimos 10 años después con Andy Barraza, el hermano del feminicida de Rubí. Andy está en una cárcel en Texas y accedimos a él. Nos dio una entrevista, desconfiado y de mala gana, pero nos dio una entrevista. La familia ha insistido años para que se siga esa línea de investigación y las autoridades de Chihuahua no le han tomado una declaratoria a Andy Barraza.